Ante todo, hay que tener en cuenta que música y baile son dos disciplinas diferentes aunque se fusionan muy bien entre ellas. Se trata de disciplinas implantadas por diferentes profesionales con distintos objetivos y contenidos.

A pesar de eso, tienen elementos similares. De hecho, prestigiosos compositores y educadores musicales como Dalcroze y Orff no conciben la enseñanza musical si no va acompañada del movimiento. Y es que para los bailarines, la música es fundamental para que puedan expresarse y comunicar sus sentimientos a través del movimiento.

 

¿Qué tienen en común la música y el baile?

1- Ritmo

O, bien, la organización temporal del sonido. En el baile, cada paso está asociado a un tiempo determinado; por norma general (el baile a contratiempo es una excepción), el tiempo debe interactuar con el ritmo de la música para coordinarse.

En el baile y en la danza, el ritmo es clave ya que aporta fuerza a los movimientos.

El ritmo está formado por dos elementos: pulso y acento.

  • El pulso se repite de forma periódica. Podemos equipararlo a un latido que siempre está presente en una pieza de música o canción.
  • El acento se puede definir como la mayor intensidad de una pulsación respecto a otra. Es lo que define las diferentes clases de ritmos.

2- Compás

Además del pulso y del acento, hay que mencionar el compás. Gracias a ello se consiguen ordenar los distintos ritmos, para facilitar su lectura y su ejecución. Existen varios tipos de compas según se repita el acento base en 2,3 o 4 pulsaciones. En el baile contar es fundamental para ejecutar los movimientos a tiempo y el compás musical es aquel que indica cómo se debe contar la pieza que se está interpretando. Es la «medida» del baile y, sea cual sea la pieza musical elegida, siempre será necesario tener en cuenta el compás.

3- Tiempo

Esta componente está directamente relacionada con la velocidad con la que deben ser marcados los tiempos de cada compás. El tiempo es tan importante que se utiliza un vocabulario especial para calificar sus matices (más adelante te explicamos qué son las matices).

En la danza cada movimiento también tiene su tiempo: este se puede medir a través de la velocidad, de la duración, del intervalo que hay entre diferentes partes de la coreografía, de las pulsaciones y acentuaciones, etc.

Hay que diferenciar entre los movimientos grandes y más acentuados (que suelen tener un tiempo lento y más largo) y los movimientos más precisos y rápidos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cualquier combinación de pasos se puede ejecutar a cualquier velocidad.

4- Matices

Son los diferentes contrastes que pueden aparecer en el transcurso de una composición y que afectan a un fragmento de la misma. Podemos individuar dos tipos de matices:

  • Los que afectan al grado de rapidez o lentitud con el que se ejecuta un determinado fragmento;
  • Y los que afectan al grado de intensidad con que se ejecutaría un fragmento.

 

Finalmente, cabe destacar que cada tipo de baile está vinculado a sus propias reglas. Si estás interesado en conocer todos los detalles, te invitamos a que eches un vistazo a nuestras clases de baile.