¿Cómo influye la alimentación en el deporte?

Sin duda el deporte es esencial en nuestra vida; si queremos estar en buena forma física, tener los músculos fuertes y tonificados y aumentar nuestras defensas tenemos que practicar ejercicio de forma constante.

Nuestra alimentación influye en nuestras actividades diarias y en la forma en la que practicamos deporte. Una buena nutrición y dieta sin duda es la clave para mejorar nuestro rendimiento deportivo. Nuestro cuerpo necesita energía para cubrir las actividades diarias básicas y además para gastarla haciendo deporte. Si lo que queremos es llevar un estilo de vida equilibrado, debemos preocuparnos por mantener una buena alimentación. 

El glucógeno es la sustancia que nuestro organismo almacena y que se convierte en glucosa (que procede de los alimentos que ingerimos) cuando nuestro cuerpo lo necesita. Encontraremos dosis muy buenas en alimentos no procesados como arroces, vegetales, pasta o fruta. Podremos diferenciar dos tipos de glucógeno: el que sirve para los deportistas y para entrenar, y el glucógeno hepático necesario para el cerebro y que sirve para regular los niveles de glucosa en sangre.

Otro tipo de combustible para nuestro cuerpo (y mucho más abundante en nuestras dietas) son las grasas (que no deben superar el 25% del total de nuestra dieta). Entre ellas, las mejores son las de origen vegetal (el aguacate por ejemplo). Hay que tener especial cuidado con ellas, ya que si ingerimos demasiadas, los niveles de glucógeno tenderán a bajar y disminuiremos nuestro rendimiento.

Es importante saber qué tipo de deporte queremos realizar y los objetivos que queremos conseguir para adecuar nuestra dieta a nuestros objetivos.

Si la actividad física que vamos a realizar es de baja intensidad (deportes como el aeróbic,  la natación, yoga, pilates, etc.) las reservas que usarán nuestros músculos son las de grasa, por lo tanto bajaremos las reservas de esta y conseguiremos perder peso (pero no tonificar). Si por el contrario pretendemos realizar actividades físicas más intensas como correr, boxear o levantar pesas, nuestro cuerpo tirará de las reservas del glucógeno. Por ello, si queremos tonificar nuestros músculos o adquirir musculatura deberemos orientar nuestra dieta a la producción de glucógeno.

¿Qué suele pasar? La mayoría de la gente cuando realiza deporte para tonificar y perder peso restringe su dieta tanto que el cuerpo no encuentra glucógeno y termina consumiendo el propio músculo al no encontrar reservas. Por ello es muy probable que  si has estado haciendo ejercicios y ves que tu musculatura no aumenta seguramente sea porque tu organismo no tiene las suficientes reservas de las que conseguir energía para entrenar y crear más.

Por lo tanto no hay que hacer deporte en ayunas ni llevar una dieta desequilibrada en la que los hidratos de carbono estén prohibidos ya que nos puede generar hasta hipoglucemia. 

Estaremos constantemente fatigados, tendremos muy poco rendimiento deportivo y el progreso prácticamente será nulo. Además, nuestro cuerpo terminará consumiendo las proteínas que encuentre en nuestros músculos, al no encontrar glucosa que consumir.

 

¿Cuáles son las claves de una buena alimentación?

  1. No restrinjas ningún alimento: la clave de una buena dieta es la alimentación variada y equilibrada.
  2. No te saltes ninguna comida: si lo haces, no conseguirás perder peso sino que acostumbrarás a tu cuerpo a consumir todo lo que ingieras en la siguiente comida (incluidas grasas). Si lo que quieres es acelerar tu metabolismo, es mucho más recomendable que bajes la dosis de las comidas y aumentes el número de veces que comes al día.
  3. Si vas a entrenar, presta atención a lo que comes antes y después: Si quieres tonificar tus músculos, opta por una dieta rica en carbohidratos, moderada en proteínas y baja en grasas, dos horas antes de entrenar. Los carbohidratos te ayudarán a rendir mucho más y las proteínas serán las encargadas de ayudar al crecimiento y reparación muscular.

Si lo que quieres es perder peso, te ayudará más aumentar el nivel de ejercicios que «matarte de hambre», ya que a los pocos días tu cuerpo estará tan agotado que serás capaz de levantarte a hacer ejercicio.