Creatividad, estilo, imaginación y un sinfín de cualidades son las que se requieren para crear una coreografía con el estilo que se merece. Lo cierto es que su diseño, estrategia e implantación no son tarea fácil, quedando reservadas únicamente a algunos de los mayores expertos de la materia.

Si bien es cierto que crear una coreografía conlleva una dificultad, no es menos cierto que su resultado es tan divertido que puede hacer que todo el esfuerzo previo haya merecido la pena con creces.

A continuación te vamos a dejar una serie de consejos con los que convertir tu próximo baile en una coreografía perfecta. ¿estás preparado? ¡Vamos a ello!

 

1- ¿De dónde tomo la inspiración?

Cómo cualquier otro arte, lo relacionado con el baile y, por ende, la coreografía es fruto de la inspiración.

No existe ningún arte en el mundo en que la inspiración no ocupe un papel central, y en lo referente con el baile, todavía menos.

Pese a que en otros ámbitos la inspiración puede venir de un campo muy acotado, en el baile, por su capacidad para ser inspirado desde diferentes disciplinas, podemos encontrar la inspiración en, prácticamente, cualquier situación u objeto de nuestro alrededor.

Desde un movimiento de un animal hasta los sentimientos que se desprenden de una tarde con nuestra familia, cualquier situación puede ser propicia para comenzar a diseñar la coreografía de nuestras vidas.

 

2- Investigación

Tras la inspiración, los procesos que hay detrás del baile relacionados con la investigación pueden resultar clave a la hora de diseñar la coreografía perfecta.

Pese a que es uno de los grandes desconocidos, cada baile conlleva una gran cantidad de horas de estudio detrás. Y es que la tradición histórica tiene mucho que ver con la disciplina de la danza, siendo capaz de representar hechos históricos en cada escena.

 

3- Anota todos los pasos

Es importante que, a la hora de diseñar cualquier coreografía, anotes todos y cada uno de los pasos que vayan surgiendo. Tanto si dan buen resultado como si no, es importante que todos los pasos queden registrados.

Lo que en un primer momento puede parecer un desastre, trabajando sobre según qué movimientos puede convertirse en la pieza de engranaje perfecta sobre el que versar tu nueva pieza de baile.

 

4- Haz probaturas

En el proceso de creación, cuantas más cosas pruebes, menor será el margen de error final. Probar cosas nuevas, atreverse e improvisar pueden ser las llaves para que tu coreografía quede perfecta.

No te asustes si en un primer momento parece que no vayan a quedar bien según qué movimientos: a base de probar conseguirás unos resultados excelentes.

 

5- Grábate en vídeo

No hay mejor manera de ver cómo te está quedando la coreografía que grabándote en vídeo. Por su naturaleza, no es lo mismo que nos veamos frente a un espejo a que obtengamos una visión más amplia a través de un vídeo.

No tiene por qué ser con una cámara profesional, un simple móvil puede ser suficiente para comenzar a corregir los fallos que vayamos vislumbrando.

Si tienes algún amigo o algún familiar que tenga unos conocimientos básicos sobre danza, deja que te miren cómo ensayas y te den un feedback, es la mejor manera de comenzar a corregir errores. El diseño de una coreografía es especialmente delicado, más aún si la trabajas en solitario. Apóyate en las personas de tu entorno y trata de grabarte siempre que puedas, es la mejor manera de ver cómo está quedando el resultado final del baile.

Déjate seducir y forma parte de tu propia coreografía: conseguirás unos resultados que parecerán de un auténtico profesional.