Aprender a bailar sevillanas significa aprender a interpretar bailando el palo más popular del flamenco andaluz, mundialmente conocido y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010. Las sevillanas cuentan con cuatro movimientos básicos que hay que aprender invariablemente y para ello también hay que aplicar la memoria porque se trata de los paseíllos, pasadas, careos y remate.

Los principiantes tienen, por tanto, una estructura sólida donde los pasos son concretos y el movimiento de pies y manos tiene una conjunción igualmente determinada, por lo que no vale improvisar en este sentido. Como cualquier otra danza, hay que aprender con estos 4 movimientos diferenciados en los que se cimentan las también partes de la sevillana, comúnmente conocidas como la primera, la segunda, la tercera y la cuarta, pero en todas existen paseíllos, pasadas, careos u remate.

Son un baile que puede incluirse tanto en rápido como en lento y consta de un compás de 3 por cuatro, es decir, de tres tiempos en los que el primero es fuerte y los dos restantes son flojos. Lo más habitual es bailar en pareja que ejecuta el baile al son de las cuatro coplas en las que se divide la sevillana y que se corresponden con el mencionado paseíllo, la pasada, el careo y finalmente el remate, el cual se hace coincidir con un desplante que bien puede ser romántico o dramático, según elija la pareja.

Aprender a tocar palmas y los llamados palillos o castañuelas, forma parte del conocimiento y puesta en práctica de este popular baile incluido en el flamenco. El zapateado o taconeo precisamente en el movimiento llamado careo es otra de las técnicas que incluye este baile, por lo que también se aprende a realizarlo desde destrezas básicas y otras que van complicándose progresivamente según avanza el alumno en su aprendizaje. Aprender sevillanas con sombrero o mantón pertenece a otra destreza muy vistosa que aporta este baile tan alegre y popular, llenando las escuelas y centros donde se imparten clases específicas.

Hay escuelas de sevillanas repartidas por todo el mundo, siendo Japón el país donde su fama y prestigio lleva siendo más significativo fuera de nuestras fronteras. Cuando se baila en grupo, se establecen combinaciones que pueden ser más o menos experimentales pero que guardan estos cuatro movimientos básicos. La técnica del aprendizaje, por tanto, parte de conocer y plantear bailar sevillanas como una construcción de danza en sí misma y ateniéndose a esta estructura, poder imprimir una gracia especial para ejecutar dichos movimientos o compases.