Al igual que los cursos cero preparatorios en las universidades o en las academias de idiomas existen cursos cero para aprender a bailar. En este post te contamos por qué es importante apuntar a tu hijo a clases de predanza en una escuela de baile.
Existen etapas en las que los niños aprenden de forma mucho más sencilla y duradera, y al igual que con la educación la danza tiene que ir poco a poco y ser una época de transición desde el hogar a las aulas.
La separación de los padres suele ser un proceso difícil y este cuanto más diluido esté en el tiempo será mucho menos traumático.
En las clases de predanza los niños tendrán el primer contacFFto con otros niños fuera de su entorno, socializarán con niños de su misma edad que además comparten su misma afición.
No hay nada que una más que compartir tiempo juntos y tiempo en algo que nos gusta. Las amistades que puedan crear en estos cursos podrán convertirse en amistades para toda la vida.
Aprenderán poco a poco a integrarse dentro de una rutina y una disciplina. El baile y la danza es una de las disciplinas que requiere más esfuerzo personal y un estudio firme y constante.
Cuando somos pequeños estamos acostumbrados a vivir entre juegos y siempre suele costar adaptarse a unos horarios para practicar y ensayar. En la predanza son los profesores los encargados de hacer la transición hacia una práctica firme.
Al igual que con los idiomas el baile es una disciplina que cuanto antes se aprenda más afianzada queda. El cerebro de los niños es mucho más plástico que el de los adultos,este va perdiendo plasticidad a medida que crecen.
Así, cuanto antes empiecen a bailar aprenderán más y conservarán mejor estas habilidades. Tendrán mejor orientación espacial en comparación con los niños que no se hayan apuntado a las clases de predanza.
Mantendrán una mayor flexibilidad y una mayor agilidad. Cuanto antes empiecen a trabajar y a mantener su cuerpo será mucho más sencillo y duradero el resultado. Además de tomarse estos ejercicios como simples juegos.
Además incrementarán su equilibrio y agilidad, habilidades imprescindibles en disciplinas como la danza.
Se ha demostrado que la personalidad se forma en los primeros años de la infancia. Y el baile,no solamente en niños sino también en adultos, es un perfecto ejercicio de autodisciplina, superación y fomento de la autoestima.
Al igual que con las habilidades físicas cuanto antes intervengamos en la formación de su autoestima y en la confianza mejor y más fuerte se verá esta. Los niños están acostumbrados a que el resto de personas les hagan las cosas.
En las clases de predanza se verán como seres independientes y responsables de sí mismos, serán ellos los que tengan que hacer los ejercicios. Con cada nuevo reto que superen su autoestima crecerá y se verán capaces de conseguir más cosas por ellos mismos.
Aprenderán además, desde muy pequeños, a saber gestionar emociones como el miedo, la frustración o la alegría. Emociones fundamentales no solamente en actividades extra-escolares sino en su vida futura.
Así, una vez terminado el año de predanza no solamente serán perfectamente capaces para afrontar los cursos futuros de baile o de cualquier otra actividad. Sino que habrán adquirido habilidades que podrán usar para el futuro desarrollo de su personalidad y aplicarlas en el colegio.
Ya que, la disciplina, la auto-confianza, la sociabilidad son habilidades muy necesarias en toda nuestra vida. Habrán aprendido todo esto practicando ejercicio, haciendo amigos y sobre todo divirtiéndose.
Y, posiblemente, de aprender una profesión o un hobbie que será muy útil a lo largo de su vida. Y los padres de tener la seguridad de que sus hijos están aprendiendo, haciendo ejercicio y siendo felices.
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